Definís 30/40 Livingstone como ‘un espectáculo de humor, tenis y antropología’. ¿Cómo ligan estos tres conceptos?
Para ligar antropología y tenis es necesario tener cierto humor. Nosotros necesitamos tres conceptos porque uno de solo puede resultar sospechoso, es una garantía que el espectáculo sea difícil de explicar.
La obra que presentáis es una obra de creación que habéis ido construyendo desde la improvisación. ¿Nos explicáis cómo funciona este proceso creativo en una obra que después interpretáis una vez tras otra?
Somos dos personas que tratan de ponerse de acuerdo y cuando lo logran lo encuentran súper creativo. Intentamos preservar al máximo la libertad, como método todo llega a la escritura pero que las cosas cojan una forma definitiva nos cuesta tiempo y es allí donde se encuentra el proceso de creación.
¿El hecho que uno de vosotros no hable en toda la obra y el otro no calle estaba previsto desde el principio?
(ríen) Lo que sabíamos era que habría un desequilibrio, pero no era voluntario que fuese el silencio y la palabra.
Los dos habéis trabajado en Francia y conocéis el cine y el teatro francés. ¿Hay diferencia entre ser actor en Francia y ser actor en Cataluña? ¿El trabajo se valora del mismo modo?
El público es igual de afectuoso en todas partes, pero sí que hay diferencias. En Francia se valora más lo que hacen los artistas en general, nos vienen a la cabeza muchos ejemplos: los franceses tienen un sistema que llaman “des intermitents” con una legislación que da y protege unos derechos laborales específicos a los trabajadores de la cultura. También hay una diferencia en los presupuestos que intervienen en cultura, en la legislación específica para la industria cultural y en las tasas impositivas, que miman mucho las actividades culturales. Por otro lado, también podríamos decir que la meritocracia es más eficaz en Francia que el “yo conozco a”, “a quién conoces” o “quiénes son tus padrinos”. Que existe todo esto ya dice algo. Es cierto que todo esto puede cambiar y, atención, porque parece que tenemos tendencia a igualarnos a la baja.
¿Qué supone para vosotros participar en Avignon à la Catalane?
Supone la oportunidad de acceder a un festival tan importante como es el de Avignon en unas condiciones mejores de las que podríamos conseguir nosotros solos. Esperemos que esta iniciativa dure y permita a muchos artistas catalanes viajar para dar a conocer su talento y puedan enseñar su trabajo.